Resbaladizo en las horas fugaces, viscoso en las lentas.
Tiempo risueño, tiempo lloroso.
Duro en la faena, injusto.
El tiempo que es mazmorra y barrotes.
El del alma.
El que nada entre la luz y la sombra.
Delicioso en el solaz, nervioso en el estrépito.
El que duerme como el bebé o como la siesta.
Que se dilata y se contrae, como el caracol.
El tiempo desesperado.La sístole y la diástole.
Tiempo que envejece o revitaliza.
Tiempo que sana.
Minutos, días, años, lustros.
Salitre.
Tic, tac. Las 11 y 11.
El tiempo del océano: el de la red de la madrugada y el de mediodía, perpendicular sobre las cabezas.
El recuerdo y el olvido de Alzheimer.
Los que se fueron.
El ímpetu de la memoria. ¿Eso pasó? ¿Era verdad?
Tiempo que pasa en el cuerpo.
Las venas salientes en las manos, los canales cerca de la sien, la piel que cuelga.
El sabio. Los restos que son todo. Las ganas de echarlo atrás para no haberla cagado.
El tren que pasa y uno se monta y se arrepiente o no.
Los siete segundos del éxtasis orgásmico.
La muerte.
La semilla, el botón.
El nacimiento.
Y también un estado atmosférico, o varios, o todos.
El crepúsculo, la aurora.
Bruma, neblina y tifón.
Viento, sol, verde y marrón.
Diez grados bajo cero, cuarenta y un grados a la sombra.
Necesitamos tiempo.
El tiempo es todo eso: el devenir continuado – indetenible – de momentos.
La no eternidad, el comienzo y el fin.
Duración.
Tiempo son noviembre, un año.
El primero de Orinoquiaphoto y el que ven las lentes de sus miembros.
El tiempo de ellos, fotógrafos de nuestro tiempo.
Sandra La Fuente P.
2 comentarios:
Excelente. Bienvenidos =)
Trabajos de alta factura, los felicito por tener esta iniciativa tratare de promocionar su pagina, y quisiece participar para una proxima muestra como hago para ponerme en contacto con ustedes, gracias
Guillermo Colmenares
http:guillermocolmenares.wetpaint.com
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